Las finanzas cuantitativas tienen en cuenta los modelos matemáticos y los datos derivados del análisis de macrodatos generados por aplicaciones, páginas web, registros comerciales y gubernamentales, y redes sociales. Una de las aplicaciones de las finanzas cuantitativas es estimar el precio de cualquier tipo de activo.
Y se puede emplear en grandes empresas o en negocios autónomos, ya que analizan las actividades empresariales, principalmente los proyectos de inversión, y así realizar estimaciones de rentabilidad, viabilidad y ventajas competitivas.
Las finanzas cuantitativas en la gestión de riesgo tienen diferentes tipologías, como son:
- Riesgo de crédito: Posibilidad de que un acreedor no pague por los productos o servicios que adquiere o que tenga un atraso en el pago.
- Riesgo de mercado: El activo o inversión se puede ver afectada negativamente por situaciones externas.
- Riesgo de liquidez: Una organización no puede afrontar sus obligaciones de pago.
- Riesgo operacional: Producido por errores o fallos de personas, equipos técnicos o modelos de la operación.
Existen otras tipologías como legal y tecnológico.